Cualquier operación de compra y venta de acciones en los mercados de renta variable requiere del abono de unas comisiones que serán fijas en todo los casos. De su formalización dependerá que las operaciones realizadas sean menos rentables. Hasta el punto que puede quitar algo de rendimiento a los movimientos de la renta variable. Tanto al abrir posiciones como al cerrarlas, indistintamente.
Las comisiones se aplican, tanto sobre las operaciones ejecutadas en los mercados de renta variable nacionales, como de otras plazas internacionales. En cualquier caso, estas últimas serán siempre más expansivas en sus tarifas o porcentajes. De forma, que pueden influir en el movimiento de la liquidación de las acciones. No tendrás más remedio que asimilarlas y afrontar estos gastos como una parte de la operación. Reflejándolo en la contabilidad que confecciones para calcular los beneficios o pérdidas que te supondrá invertir tus ahorros en los mercados financieros.
La cuantía de estas comisiones varía en función de la estrategia utilizada por los intermediarios financieros. No en vano, puede ser una cantidad fija que oscila entre 8 y 40 euros aproximadamente, en función del importe invertido. O sobre un porcentaje aplicado sobre el montante de la operación en bolsa, que no va más allá del 0,45. De todas formas, lo más aconsejable es que te informes de las tarifas que tienen las entidades financieras sobre las comisiones en renta variable.
Nacionales mejor que internacionales
De cualquier forma, dispones de muchas y variadas estrategias para reducir el peso de las comisiones en cada una de las operaciones que hagas a partir de estos momentos. Y con las que puedes reducir los gastos, sino de forma considerable, sí que al menos para optimizar todas las ordenes que des a los mercados financieros. Unas veces a través de tus propias estrategias, y en otros casos sencillamente por medio de la búsqueda de las comisiones más competitivas del mercado. Puedes analizarlas entre una extensa oferta que te proporcionarán los bancos o intermediarios financieros.
Una excelente iniciativa que puedes aplicar para conseguir que tus operaciones se abaraten sensiblemente procede de tus inclinaciones por los mercados nacionales, por encima de otras plazas bursátiles repartidas por todo el mundo. No te exigirá demasiados esfuerzos ya que el nacional es el mercado de renta variable que mejor conoces, por encima de otros más alejados de tu entono. Y donde estás habituado a operar con mayor frecuencia.
Comisiones: ofertas de los bancos
Otra de las estrategias que pueden utilizarse para abaratar el coste de las comisiones es acudiendo a las ofertas y promociones que hacen los bancos para atraer a mayor número de clientes. De esta manera, los rendimientos de las operaciones en renta variable serán más amplios. En este sentido, hay habilitadas una serie de propuestas que ofrecen descuentos de hasta el 30% en los gastos para comprar y vender acciones.
Se incentiva también que los clientes pueden dirigirse a las operaciones online para invertir su dinero en bolsa y contengan sus gastos por comisiones. No en vano, esta clase de operaciones realizadas por Internet conllevan unas tarifas mucho más competitivas. En donde el mejor de los casos pueden generarse bonificaciones de hasta la mitad con respecto a sus precios originales. Y con la ventaja añadida que te permite operar en los mercados financieros de una forma más cómoda y en tiempo real.
Sobre la base de un pequeño inversor, como puede ser en tu propio caso, que realiza una media de diez o doce operaciones al año, el ahorro puede ser más que considerable. Se trata de una estrategia que puede usar los inversores más activos. Que principalmente dirigen sus movimientos al corto plazo, y que van buscando unos rendimientos rápidos. Aunque con mayor dosis de riesgo en cualquier caso.
Tarifa plana para abaratar los gastos
Dentro de esta línea de actuación no queda más remedio que referirse a las tarifas planas en bolsa como uno de los planteamientos más efectivos para contener los gastos derivados de las comisiones. Su mecánica se basa fundamentalmente porque se paga siempre lo mismo, independientemente del número de operaciones realizadas. Es un modelo de contratación muy beneficioso para los inversores que hacen muchas operaciones al año en los mercados de renta variable. Ya que el ahorro que tendrán por este concepto es más que considerable.
A cambio tendrás que pagar todos los meses una cuota fija por esta prestación bancaria. Su precio varía entre 20 y 40 euros todos los meses. En cambio si tú solamente haces unas pocas operaciones al año, no será un sistema rentable ya que estarás pagando más de lo habitual. Incluso puede que sin formalizar ninguna compra o venta en los mercados financieros. No en vano, son los inversores más experimentados quienes recogen esta iniciativa puesta en marcha por las entidades financieras.
Solamente tendrás que analizar todas las promociones que están generadas desde el sector bancario para comprobar cuál es la más beneficiosa para tus intereses. En función del perfil que presentes como inversor minoristas, y hasta de tus relaciones con los mercados de renta variable. Hasta puede conseguir tarifas planas válidas solamente para los mercados nacionales que son mucho más baratas. En cualquier caso, te permitirán realizar operaciones sin límite alguno y que no tendrás que abonar más comisiones. Sencillamente ya están incluidas en la tarifa plana para la bolsa.
Agrupando el número de operaciones
También dispones de una herramienta muy útil para estas ocasiones y que se materializa en unificar al máximo la cantidad de operaciones de compra y venta de acciones. Tiene unos efectos fulminantes sobre el estado de tu cuenta corriente, tal y como podrás comprobar en este artículo.
Las pequeñas operaciones, es decir las que se formalizan bajo importes más bajos, están más penalizadas por las comisiones. Ante esta situación la estrategia más recomendable para ahorrarse unos euros en las operaciones es desarrollar un agrupamiento de las mismas. Unificando todos los movimientos en la renta variable a través de una sola operación bursátil. De esta forma conseguirás contener los gastos derivados de las comisiones. Y lo que es también muy importante, que la posibilidad de obtener mayores plusvalías ante la apertura de posiciones en la bolsa.
Es cierto que genera una serie de inconvenientes que te conviene recordar. Y entre los que destaca la imposibilidad de diversificar tu cartera de inversión. Con en vano, no tendrás más remedio que concentrar todas tus apuesta en bolsa en uno solo valor, o al menos en muy pocos. Además correrás mayor riesgo si la evolución de sus precios no se desarrolla como habrás previsto inicialmente. Será el precio que tengas que asumir por emplear esta línea de actuación generadora de un mayor ahorro en los mercados financieros.
Descontarlas con más rendimientos
Siempre te quedará como último recurso intentar las máximas plusvalías para tratar de diluir el efecto de las comisiones que te cobrarán desde las entidades financieras. Puede que no te tengas más remedio que arriesgar en tus movimientos en los mercados financieros. En especial cuando se trate de pequeñas operaciones con importes no muy exigentes. En este caso estarás obligado a elevar tus objetivos, y puedas amortizar las comisiones. Tanto en las operaciones de compra como de venta. No tendrás otra solución.
En cambio, en las grandes operaciones estos movimientos no serán tan exigentes. Ya que las comisiones no afectarán excesivamente al saldo final de la operación. Pudiéndote concentrar más en rentabilizar los ahorros que en elaborar actuaciones de ahorro de cualquier naturaleza. Hasta el punto que te de completamente igual la cuantía de estas comisiones y otros gastos en su gestión o mantenimiento.
Otra fuente de ahorro puede proceder por los traspasos de tu cartera de valores hacia otras entidades financieras que recompensan por esta actuación. Entre las medidas que aplican para llevar a cabo esta singular estrategia destacan los descuentos sobre las tarifas de las comisiones aplicadas originalmente. Es una forma muy innovadora de ir reduciendo los gastos poco a poco, y sin que te perjudique en tus principales movimientos.
Algunos consejos para ahorrar
Si sabes `planificar tus actuaciones en los mercados de renta variable estarás en disposición de obtener una buena suma de dinero por medio del ahorro de las comisiones. Pero también aprovechando las ofertas que desarrollan con cierta regularidad los bancos. Puede que a partir de ahora sea el momento para adecuado para llevar estas medidas a la práctica, sin menoscabo del rendimiento que puedas generar desde tus operaciones en la bolsa.
Una clave muy exitosa para estas situaciones es que no debes preocuparte en exceso por emprender las estrategias de ahorro. No en vano, la finalidad de tus inversiones no será otra que ir acumulando mayor patrimonio todos los años. Y la mejor forma para cumplir con estas expectativas será diseñando una estrategia convincente de inversión. Puede que te requiera más tiempo del previsto.
Tampoco debes olvidarte que los márgenes de ahorro no son muy fuertes. Y hasta puede que no te compensen en su realización. Al final será el perfil que presentes como pequeño inversor el que determinará el empleo de estas estrategias de ahorro. No olvides bajo ningún aspecto que la bolsa, con la renta variable en su conjunto, no es un producto de ahorro. Se trata lisa y llanamente de inversión. Tendrás que valorar este planteamiento a partir de ahora.
No puedes hacer la misma estrategia con una inversión que si contratas una imposición a plazo. Requieren de un trato diferente, y en la mayoría de las ocasiones completamente opuesto. No trates de involucrar a ambos productos en la misma balanza, ya que cometerías un grave error.