Dentro del mundo económico, hay ciertos términos que conviene conocer. Uno de ellos es el de las acciones nominativas. Si bien no es un producto que esté al alcance de muchos, sí puedes toparte con él en algún momento y por eso has de conocer a qué se refiere.
En este caso, hoy nos vamos a centrar en saber qué son las acciones nominativas, tipos, ejemplos y cómo se transmiten. ¿Quieres aprenderlo?
Qué son las acciones nominativas
Las acciones nominativas son aquellas acciones que se registran a un nombre concreto. Es decir, que estas acciones están vinculadas a un titular o accionista concreto de tal forma que solo él o ella puede hacer uso de estas.
Dicho de otro modo, podríamos conceptualizar las acciones nominativas como una acción que está a nombre de una persona.
Esto nos hace ver la diferencia con las acciones al portador, que cualquiera podría gestionar, pero en el caso de las nominativas solo la persona con el nombre escrito en esta acción puede ejercer la potestad para hacer valer sus derechos (y también para cumplir las obligaciones que se le dan).
Cuando se lleva a cabo una acción nominativa, esta ha de quedar inscrita siempre en el libro de acciones nominativas, ya que, de lo contrario, podría no ser válida.
No todas las acciones son nominativas
Como sabes, las acciones al portador coexisten con las nominativas. Sin embargo, hay una serie de ellas que, obligatoriamente, se deben considerar en el segundo caso. ¿Cuáles? En concreto:
- Las acciones que se establezca por ley que deben ser nominativas. En este caso no puede hacerse más que acatar lo que la ley establece.
- Las que exigen una prestación accesoria. Por ejemplo, aquellas que acompañan a una obligación principal.
- Las acciones que no están totalmente desembolsadas. Cuando hay todavía algo pendiente en esas acciones, como responsable de ellas el titular debe hacerse cargo de saldar las cuentas y, para evitar problemas, se identifican con ese accionista para llevar un control.
Tipos de acciones nominativas
No es fácil clasificar las acciones nominativas para dividirlas por tipos porque en realidad todo depende del criterio con el que se vayan a clasificar.
Uno de los más habituales se basa en el tipo de derecho que van a tener los accionistas. Así, tenemos:
- Comunes. También conocidas como ordinarias. En este caso, el titular de esa acción tiene voz y voto en las asambleas de accionistas (en cierto modo tiene un control sobre las decisiones que se toman).
- Preferenciales. Son aquellas que le dan derechos al accionista para recibir un dividendo mínimo. Dicho de otro modo, cuando hay que saldar las cuentas, los poseedor de estas acciones tienen prioridad para recuperar su inversión si hay problemas para pagar a todos los accionistas.
Ahora bien, otra de las clasificaciones que se usa mucho es el medio de transmisión, y en este caso nos encontramos con dos grandes grupos que son:
- Endosables. Podemos definirlas como aquellas acciones que se pueden transferir a otra persona. Para ello, hay que seguir un mecanismo, el de endoso, además de notificar a la sociedad emisora de este movimiento para que sea inscrito en el libro de Registro.
- No endosables. Al contrario que las otras, en este caso no pueden ser transmitidas. Sin embargo, esto no es así en realidad; sí que pueden transmitirse, pero usando la figura de la «cesión de créditos no endosables».
Cómo se transmiten las acciones nominativas
Imagina que tienes una acción nominativa (del tipo que sea) y que prefieres no tenerla, sino transmitirla a otra persona. Tal y como te hemos dicho antes, esto puede ser en caso de ser endosables o no endosables.
¿Qué pasa si es endosable? Entonces se lleva a cabo un procedimiento de endoso. Lo que se hace es realizar un contrato donde el accionista está dispuesto a vender sus acciones nominativas a la persona que las va a comprar. Y, por tanto, pasan de su nombre al nuevo comprador.
Ahora bien, para que esto sea legal, ese contrato debe quedar registrado en el libro de registro de las acciones nominativas. En caso contrario, no tendría legalidad para ello.
¿Qué pasa si no son endosables? En el caso de que las acciones no sean endosables, no quiere decir que no se puedan transmitir, se puede. Pero para llevar a cabo el proceso hay que hacerlo mediante lo que se llama contrato de cesión de créditos no endosables. Realmente es parecido a lo anterior, ya que el último paso tras la firma de ese contrato va a ser registrado en el libro de acciones nominativas. Pero, y aquí la diferencia, este libro tendrá dos partes, las endosables (donde iría la anterior) y las no endosables, donde van estas.
Ejemplos de acciones nominativas
Para terminar, queremos darte algunos ejemplos de acciones nominativas a fin de que te quede mucho más claro el tipo de acciones y el motivo por el que se las llama como tal.
Uno de los ejemplos más claros son las acciones de los equipos de fútbol. Muchos tienen accionistas y esas acciones pueden ser nominativas.
Para ser más claros, imagina que tienes un equipo de fútbol al que adoras y salen a la venta 2000 acciones. Tú tienes el dinero suficiente para comprarlas y en ese momento te dicen que son nominativas. ¿Qué quiere decir? Que esas 2000 acciones estarán vinculadas a tu persona. Nadie más se hará responsable de ellas y a la vez tú podrás ejercer los derechos a la par que cumples con las obligaciones.
Otro ejemplo pueden ser las operaciones que se realizan en la bolsa por parte de las empresas. En lugar de ser acciones al portador, sin saber quién está detrás, vendrían con «nombre y apellidos». De hecho, en muchas sociedades anónimas, o en empresas de alto standing (o muy famosas) usan las acciones nominativas para hacer operaciones financieras.
Como cualquier acción, las acciones nominativas tienen sus ventajas y sus desventajas. Pero a la hora de tenerlas, debes sopesar esos pros y contras antes de obtener algo que quizá no sea adecuado (o que te traiga más problemas). ¿Te ha quedado claro su concepto y todo lo relacionado con ellas?