Es muy difícil encontrar en estos momentos una oportunidad de inversión en acciones, y mucho más difícil se pone la búsqueda si las buscamos en el viejo continente. El sentimiento general apunta a una venta masiva contra empresas, bonos y la divisa europea, junto con la creciente crisis energética. Pero hay que pensar de forma diferente y mejor que los demás para obtener mejores resultados. Así que aquí hoy os traemos tres razones por las que todavía puede tener esperanza la inversión en acciones europeas…
1: Europa tiene muchas empresas valiosas
La inversión en acciones europeas no necesariamente se tiene que basar en su economía. El viejo continente genera más de la mitad de sus ingresos proceden de fuera de sus fronteras, con un gran abanico de empresas de alto valor a nivel mundial. Empresas de lujos, bebidas alcohólicas y automóviles, con marcas como LVMH, Chanel, Hermès, Gucci, Rolex, Cartier, Porsche o Ferrari tienen sus sede en Europa y la reciente caída de los mercados podría presentar una oportunidad para hacer una inversión en acciones de este lujoso sector.
Cabe destacar que el sector del lujo no es resistente a la recesión, pero su exposición es principalmente a las personas muy ricas. Este hecho lo posiciona bien frente a la inflación y la crisis energética, dado que estas marcas pueden subir los precios sin un impacto material en la demanda de sus clientes. Además, dado que muchas de estas empresas siguen contando con la gran liquidez de sus familias fundadoras, tienden a tener una visión a largo plazo y a ver más allá de cualquier contratiempo actual.
2. Europa cuenta con algunas de las empresas líderes en el sector de las energías renovables
Aunque estemos sumidos a una inflación disparada por las nubes y a temores de una recesión provocada por la crisis energética, también están centrados en paliar los efectos del cambio climático. En todo caso, los altos precios del gas y la necesidad de no ser dependientes de otras regiones están acelerando la transición de Europa hacia las energías renovables, como demuestra su plan REPowerEU.
Europa es líder en tecnologías verdes y ofrece mejores oportunidades de inversión que cualquier otro mercado. Es el hogar de los principales fabricantes de aerogeneradores, como Vestas, Siemens Gamesa y Nordex, así como de líderes en la producción de energía verde, como Iberdrola, EDP, Enel y Orsted. Más que una medida de estímulo puntual, muchas de las medidas propuestas por el Acuerdo Verde Europeo seguirán impulsando el crecimiento durante muchos años para las empresas expuestas al tema.
3. La inversión en acciones europeas tiene incentivos a largo plazo para reducir costes
Las acciones europeas que operan en los mismos sectores que las estadounidenses han cotizado históricamente con un PER más bajo. Esto se debe a que las acciones europeas tienen más costes que las estadounidenses, principalmente por los tipos de interés, costes de personal e impuestos. Podríamos presenciar una serie de recortes de costes y cambios en la política fiscal que beneficiarán a la economía cuando los precios de la energía se normalicen. Pero las empresas europeas se enfrentan a un problema diferente. El debilitamiento del euro ha aumentado el interés de empresas estadounidenses por adquirir empresas europeas. La fortaleza del dólar y la abundancia de efectivo en los balances hace crecer las probabilidades de que se produzcan adquisiciones.
Y las empresas que operan en sectores que operan con una estructura de costes más elevada que la de sus pares, que tienen un valor de marca único o que operan en zonas geográficas diferentes a las de sus competidores, tienden a estar entre los objetivos más interesantes. Para la inversión en acciones, esto es una gran noticia porque los compradores suelen pagar una prima sobre el precio de las empresas.
¿A dónde se dirige entonces la inversión en acciones europeas?
Si nos fijamos en los datos del viejo continente, el Stoxx 600 (línea amarilla) está bajando un 21% este año y el euro (línea azul) otro 17% frente al dólar. Puede que Europa no esté pasando su mejor momento, pero probablemente sea mejor de lo que muchos piensan. A simple vista podríamos entrar en largo en la economía estadounidense y en corto en la economía europea, pero podemos perder una oportunidad de oro a largo plazo. La diferencia entre el S & P 500 y el Stoxx 600 es más grande que nunca, lo que puede ofrecernos un buen punto de entrada para nuestra cartera de inversión en acciones europeas.
En este momento, parece que el punto más bajo para la economía europea se producirá probablemente este invierno, pero más allá de eso, los riesgos se inclinarán probablemente a su favor. Una temporada con temperaturas más cálidas de lo esperado, la mejora del acceso a los suministros energéticos, los avances en las cadenas de suministro y cualquier rebaja del conflicto entre Rusia y Ucrania son puntos positivos inesperados que podrían favorecer la inversión en acciones europeas.
¿Algún ETF a seguir?
Dada la ventaja de Europa en materia de energías renovables, podemos augurar un posible repunte del sector de las energías renovables en el viejo continente. Aunque hay muchos ETF relacionados con la transición energética, muchos de ellos incluyen grandes empresas que basan sus negocios en diferentes sectores. Por tanto, además de invertir directamente en empresas expuestas a estas tendencias podríamos invertir en el Invesco MSCI Europe ESG Climate Paris Aligned UCITS ETF (PAUE) o en el Amundi MSCI Europe Climate Transition CTB UCITS ETF (LWCE) para tener exposición a las empresas europeas que aportan a la transición energética.