Las acciones de la química Sniace volverán al parquet de la bolsa española en las próximas semanas. No hay todavía una fecha fija para que sus títulos se intercambien de nuevo en la plaza madrileña, aunque las previsiones apuntan a que será en torno a 2 o 3 semanas. No en vano, la compañía cántabra ha iniciado ya los trámites para el levantamiento de la suspensión de su cotización en bolsa.
Hay que recordar que en septiembre de 2013 la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) decidió suspender cautelarmente la negociación de sus títulos. Ante la decisión de la empresa de entrar en concurso voluntario de acreedores, por la imposibilidad de llegar a un acuerdo para pagar las deudas o recabar apoyos financieros a su proyecto empresarial.
Ahora, cuando la petición de levantamiento de la suspensión se acepte por parte del órgano regulador nacional, sus títulos volverán de nuevo a la cotización bursátil. Cabe mencionar que cerraron a un cambio de 0,196 euros la acción. Prácticamente en mínimos históricos, y después de haber llegado a cotizar un máximo de 6,39 euros en los ejercicios precedentes.
Como consecuencia de su evolución en los mercados financieros, será primordial conocer el precio de tu compra. Porque en función de esta variable, podrás aplicar una u otra estrategia ante su vuelta a los mercados bursátiles, para conseguir un mejor rendimiento a tus ahorros.
¿A qué precios compraste las acciones?
En cualquier caso, habrá diferentes situaciones en aquellos minoristas que adquirieron sus títulos a 3 euros, o por el contrario, los que formalizaron sus operaciones semanas antes a su suspensión, en torno a 0,20 o 0,30 euros. Si te encuentras en el primer tramo serás de los que tengas mayores dificultades para recuperar la totalidad (o parte) de tus ahorros. Debido a que con los precios del último cierre estarás con minusvalías cercanas al 90%.
Mientras que si has sido uno de los compradores de última hora afrontarás la llegada del valor a los mercados de una forma más desasosegada. Y con mayor predisposición a solucionar el problema a corto o medio plazo a poco que sus precios respondan positivamente a la implantación de esta medida. No en vano, estarás a tan solo un 10% o 20% de conseguir tus objetivos, que no son otros que cerrar las posiciones sin pérdidas, y con un poco de suerte hasta con plusvalías.
Otro aspecto que habrás de tener necesariamente en cuenta para optimizar tu inversión, es que una vez que coticen sus títulos en el mercado continuo español, la compañía ha previsto realizar una ampliación de capital social, por la que se pondrá en circulación nuevas acciones, en la proporción de dos acciones nuevas por cada antigua, a diez céntimos de euro de valor nominal cada una, con derecho de suscripción preferente de los accionistas de la sociedad.
Pero, ¿cómo afectará este movimiento empresarial en el precio de tus acciones? Fundamentalmente generará un efecto dilutivo en las mismas, que llevará a que coticen por debajo del precio de cierre anterior a su suspensión. Esto se explica porque al haber más títulos su precio bajará en función de su número.
Con lo que previsiblemente – y atendiendo a los resultados de otras ampliaciones de capital llevadas a cabo por empresas cotizadas en renta variable – las pérdidas será el denominador común del nuevo escenario que presentará al reintegrarse a los mercados financieros.
Cuando no cotizan las acciones…
Este escenario tan poco frecuente ha propiciado que hayas estado algo más de dos años sin poder hacer absolutamente nada con tus acciones. El motivo es bien sencillo, al no poder intercambiar sus títulos, te encuentras en una situación de indefensión total – muy característica en los valores que han desarrollado este movimiento económico –, y que en los últimos años han afectado a más de una empresa cotizada: Pescanova, Campofrío o La Seda de Barcelona, entre otras.
Un proceso muy complejo en donde lo único que puedes hacer es esperar, con un poco de paciencia, hasta que se resuelva definitivamente. En unos casos, de forma positiva, volviendo a cotizar, como en este caso concreto; pero en otros liquidando la empresa, y como consecuencia de ello, perdiendo todos los ahorros invertidos desde el principio.
¿Qué puedes hacer en estas situaciones? Por supuesto que te impide venderlas en el mercado, y tan solo está habilitado un proceso de compra de acciones entre particulares, muy complejo también, y que te conllevará muchas dificultades en su resolución. No en vano, necesitarás de un acta notarial que de validez a la operación, que requerirá de los gastos que demande este servicio profesional, encareciendo sensiblemente los resultados de tu operación.
Por otra parte, los bancos te cobraran una comisión de custodia, aunque muy pequeña, por la administración de los títulos. Sí, has entendido bien, aunque carezcan de valor real por no cotizarse. En definitiva, más gastos adicionales, aunque no puedas gestionar la propiedad de este activo financiero.
Empresas con poca capitalización y liquidez
Si repasas la historia de todas las empresas que han sido suspendidas en su cotización, llegarás a una conclusión muy clara. Pertenecen a pequeños grupos empresariales, con graves problemas en su financiación, y cuyos títulos ofrecen la mínima liquidez en los mercados.
Asimismo, se caracterizan porque son muy volátiles, con grandes diferencias en los precios de una misma sesión bursátil, que incluso pueden llegar hasta el 30%. La mayoría son los denominados chicharros, valores especulativos que hacen las delicias de los inversores más agresivos que tratan de ser millonarios en pocos días, y que al final del proceso se encuentran con que su patrimonio ha disminuido considerablemente, con la posibilidad real de perderlo prácticamente todo.
Una gran mayoría de los analistas financieros recomiendan huir de estos valores, bajo cualquier circunstancia. Mientras más lejos mejor, es su consejo. No solamente porque sus oscilaciones en los precios son realmente elevadas, sino porque la experiencia constata que pueden ser candidatas para llegar a esta desagradable situación: suspensión en la cotización. Con todos los inconvenientes que se reflejan en este artículo.
Además, su baja capitalización genera que tengas más de un problema para venderlos a precio de mercado, ya que la demanda de sus títulos es menor que la oferta. Especialmente cuando se trata de importantes paquetes de acciones por su elevada cuantía económica.
Ante este escenario que presentan estos valores, lo más recomendable es abstenerte en sus operaciones. La oferta del mercado continuo nacional es tan amplia como para no limitarte a sus títulos, en donde las ganancias pueden ser realmente llamativas, pero las pérdidas no menos agudizadas. Otra característica que ofrecen es que no reparten dividendos entre sus accionistas, al tratarse de empresas con graves problemas problema de financiación, que no generan ningún beneficio en sus resultados empresariales.
¿Qué pasará cuando vuelva a cotizar?
En renta variable no hay certezas absolutas, y son los propios mercados quienes dictaminan los precios de sus acciones. Sobre esta realidad bursátil poco puedes hacer. A pesar de todo, hay algunas evidencias que pueden ayudarte a detectar como se comportarán durante las próximas sesiones. Desde luego, sin esperar grandes revalorizaciones, al menos durante las primeras semanas de cotización. Muy al contrario, el efecto puede ser el contrario, como consecuencia de la ampliación de capital que tiene prevista la compañía química.
¿Puedes tomar posiciones en el valor? Si deseas comprar acciones por primera vez, tendrás la oportunidad de desarrollarlas bajo precios muy bajos, y por tanto los riesgos serán sensiblemente menores. A pesar de todo, hasta que pasen los efectos de la ampliación de capital no será aconsejable que te impliques en ninguna operativa.
Aunque sus precios están infravalorados, cualquier descenso en su cotización puede representar la pérdida de muchos euros. De llegar a cotizar 0,10 euros, desde su precio actual, implicaría un descenso de nada menos que del 50%.
Seis consejos para mejorar tu posición en el valor
La reanudación en su cotización, es sin duda, una buena noticia para tus intereses si has quedado enganchado en sus títulos ahora hace justamente dos años. Pero en cualquier caso, conviene que seas prudente con esta medida y tomar una serie de precauciones para tratar de recuperar, al menos parte del dinero invertido en esta compañía. A través de unas sencillas recomendaciones, obtendrás mayor provecho de la vuelta a los mercados de las acciones de esta compañía.
- Su regreso a la bolsa no significará importantes revalorizaciones en su precio, ni muchos menos, con respecto al último cierre (2013) ya que sus cuentas empresariales están seriamente comprometidas a través de sus deudas.
- Tendrás que aprovechar cualquier movimiento alcista en los primeros días de cotización para venderlas a precio de mercado, especialmente si estás necesitado de liquidez para afrontar tus principales gastos familiares.
- Bajo ningún aspecto deberás fijarte en los precios en que llegó a cotizar hace ya algunos años, ya que probablemente nunca llegue a alcanzarlos, al menos al corto y largo plazo.
- Puedes aprovechar su situación para desarrollar ventas con minusvalías para aminorar tu factura del próximo ejercicio fiscal, y de esta forma, ahorrarte algunos euros en la declaración de la renta.
- Será muy oportuno que formalices la venta de las acciones para desviar su importe hacia otras compañías que cuenten, en estos momentos, con mayores expectativas de revalorización en sus precios. Para de esta forma disminuir las pérdidas generadas por este valor en la bolsa española.
- En caso que no necesites el dinero, y si la inversión no es muy cuantiosa, puedes esperar a comprobar cómo evolucionan sus precios en los próximos meses. Por si la reestructuración de la empresa sirviese como claro pretexto para que los precios tomasen un impulso alcista de cara al largo plazo.