El sector bancario en bolsa, ¿cómo es?

sector bancario

Dentro de la renta variable, el sector bancario es uno de los más importantes, y también influyentes, cuyo peso específico en los principales índices bursátiles es de especial relevancia. Tiene una presencia muy decisiva en todas las plazas de renta variable, hasta el punto que se hace muy difícil no fijarse en sus valores para conformar una cartera de inversión equilibrada y diversificada. No en vano, buena parte de los mejores valores pertenecen a este sector.

Si incidencia en la bolsa española es aún más determinante que en otros índices de su entorno. Su peso específico es mucho más relevante, con la presencia de una amplia lista de entidades financieras que cotizan en bolsa. Y que raramente serán ajenas a tus decisiones de abrir posiciones en los mercados financieros. Con toda seguridad que lo habrás hecho más de una vez en tu historial como pequeño inversor.

Las oportunidades de compra que se te abren en el mercado continuo español son enormes, más que en otras plazas bursátiles. Por eso no es de extrañar que la evolución del índice de referencia nacional, Ibex 35, dependa mucho del comportamiento en los mercados de los bancos. Si éstos suben en sus cotizaciones, habrá muchas posibilidades que el Ibex lo haga con la misma intensidad, y viceversa.

¿Qué bancos están integrados?

bancos en bolsa

La presencia de la bolsa en la renta variable española es más que relevante. Dispones de varios modelos de negocio para rentabilizar tus ahorros. Desde los grandes grupos bancarios (BBVA, Santander y Caixbank), hasta los representantes de la mediana banca (Bankinter y Popular, fundamentalmente). Sin olvidarte – claro está – de los integrantes de la pequeña banca, que también tienen un sitio en los mercados, y puedas invertir el capital disponible que tengas en esos momentos.

Generalmente son empresas de gran capitalización, que mueven muchos títulos en cada sesión bursátil. No en vano, se trata de valores muy líquidos, y en cualquier caso por encima de los representantes de otros sectores. Raramente te encontrarás enganchado en tus posiciones, y es relativamente fácil salir y entrar en sus posiciones. Otra característica que avala esta candidatura para invertir tus ahorros procede del alto dividendo con que retribuyen a sus accionistas, y que tiene una rentabilidad media en torno al 5%. Más alta que la que proporcionan los principales productos para el ahorro (pagarés, imposiciones a plazo, bonos soberanos, etc.).

Excelente retribución por dividendo

La mayoría de los bancos que cotizan en bolsa ofrecen un pago a los accionistas por este concepto. Se suele efectuar cuatro veces al año, es decir, de forma trimestral. A diferencia de otras empresas de otros sectores que ejecutan este pago una o dos veces al año. En este sentido, los grandes bancos son los más generosos a la hora de llevar a cabo esta política retributiva, y a pesar que en los últimos años se han contenido, y hasta decrecido, sus márgenes de rentabilidad.

Una de las novedades de estos pagos regulares procedentes del sector bancario es que frecuentemente se formaliza bajo la modalidad de dividendos flexibles. En donde serás tú mismo quien decida, si prefieres cobrarlo directamente y que el importe vaya a parar a tu cuenta corriente. O por el contrario, integrarlo en tu inversión comprando más acciones. En este sentido, el sector bancario español ha sido pionera en desarrollar esta singular estrategia de inversión aplicada a los dividendos.

A través de esta estrategia que te ofrecen los bancos puedes conformar una renta fija dentro de la variable, e independientemente de cómo coticen las acciones. Con lo que tendrás un rendimiento garantizado y fijo todos los años. Que se moverá en una franja que va del 3% al 6%. Y que et servirá para sufragar los pequeños gastos de la contabilidad, o directamente para darte algún que otro capricho.

Inestabilidad del sector bancario

riesgos en la banca

De todas formas, se ha constituido en uno de los nichos de negocio más peligroso durante los últimos años. Se debe fundamentalmente a los serios problemas por los que atraviesa la banca en estos momentos. La crisis económica ha incidido a una mayor exposición de estos valores, y que ha tenido en el reciente Brexit, la salida de Gran Bretaña de las instituciones comunitarias, su último exponente. Hay que recordar que los descensos en esta clase de valores han sido más acusados que en otros sectores. Con caídas frecuentes que sobrepasaban la barrera del 5%.

Por estos motivos no es de extrañar que los más importantes intermediarios financieros no tengan a los bancos entre sus principales recomendaciones. Incluso han optado por infraponderarlos a la hora de tomar posiciones en el sector bancario. Basta recordar que Banco Santander cotiza actualmente por algo más de 3 euros, cuando tan solo hace unos meses rondaba los 6 euros la acción.

Y hasta con ciertos problemas en sus líneas de negocio, como en el caso concreto de Banco Popular, que ha tenido que realizar una ampliación de capital. Y que le ha llevado a que el precio de sus acciones se haya desplomado de forma muy notable, y se encuentren en la actualidad muy cerca de la barrera del uro por acción. No son tiempo tranquilos para invertir en los bancos, y tan solo la posibilidad de aprovecharse de sus rebotes den una cierta consistencia a los movimientos en la renta variable.

Con movimientos muy volátiles

Los bancos españoles se caracterizaban hasta hace pocos años porque eran valores muy estables, con una diferencia no excesivamente apreciable entre sus precios máximos y mínimos en una misma sesión bursátil. Aportando estabilidad a la cartera de inversión confeccionada por los pequeños y medianos inversores. Esta tendencia ha acabado, y ahora es más frecuente contemplar una gran volatilidad en sus cotizaciones, por encima de lo habitual.

Sus precios tan pronto se disparan, como al día siguiente muestran una recuperación muy agudizada. No mantienen una estabilidad, sino que están a expensas de los movimientos de los mercados financieros, y porque no, de los datos sobre la economía española, y por extensión de la mundial. Puede ganarse mucho dinero, pero también perder parte del patrimonio que tenías invertido.

Basta con repasar los últimos movimientos del sector para darte cuenta como sus operaciones no han sido desde luego nada rentables para tus intereses personales. Muchos de los bancos valen ahora la mitad que hace uno o dos años. Y que en la práctica significa que se han depreciado en cerca del 50%. Desde este escenario general, no es un buen momento para abrir posiciones en este sector tan expuesto al crecimiento económico.

Y que incluso está a expensas de los movimientos corporativos entre las entidades financieras. Y que tienen en las OPAS a su mayor exponente. Estas son operaciones con las que se pueden obtener excelentes plusvalías, pero a la vez fuertes pérdidas si no sabes mover los tiempos. Y que solamente los inversores más experimentados en los mercados sacan mejor partido a sus posiciones. Y como consecuencia de todas estas incidencias, se genera un mayor desapego a la contratación de los valores bancarios.

Cotizan a precios muy ajustados

precios muy baratos

Las recientes caídas en los precios de los bancos han propiciado que pueda ser muy interesante posicionarse en algunos de estos valores. Pero con un plazo de permanencia al medio y largo, nunca para operaciones cortas y de carácter especulativo. Desde este punto de vista puede ser una oportunidad que dispones para hacer crecer tus ahorros. Y con la ventaja adicional que dispondrás más liquidez como consecuencia del cobro de los dividendos todos los años.

Estás en unos momentos en la valoración de estas empresas está en uno de las fases más bajas del ciclo. Puedes aprovecharte de este escenario, para sabiendo que todavía pueden seguir bajando aún más en los mercados financieros. Por lo menos hasta que no se despejen definitivamente las dudas que atenazan al sector bancario durante este ejercicio.

Y si no deseas exponerte a sus riesgos directamente, siempre tendrás el recurso de optar por los fondos de inversión de renta variable, incluso mixta, que te ayudarán a minimizar las posibles pérdidas que generen sus posiciones. Hasta el punto que puedes diversificar la inversión con otros activos financieros, procedentes tanto de la renta fija como de la variable.

Y para los perfiles más conservadores, como puede ser en tu caso, una solución puede estar representada por los depósitos a plazo que están vinculados a valores de la renta variable española, y en casos también de la internacional. No perderás nada de dinero, ya que tendrás un rendimiento fijo garantizado, aunque en todos los casos será muy pequeño. Desde aportaciones muy asequibles para todas las economías domésticas.

Estrategia en la inversión

Desde estos momentos tus aspiraciones deben encaminarse a dar mayor estabilidad a tu cartera de inversión. Y de momento no pasa por comprar acciones del sector bancario. No te quedará más remedio que esperar a que se puedan producir mayores recortes en su cotización y puedas abrir posiciones bajo ratios muy interesantes y competitivos como para rentabilizar los movimientos.

Prudencia y seguimiento serán los denominadores comunes por las que se deberán guiar tus actuaciones en la renta variable, y muy especialmente en este segmento que es el bancario. Y por supuesto, que tendrás que esperar a que disipen las dudas que proceden de la actual coyuntura económica, y hasta puede que política.  Será el mejor consejo para que el éxito presida todos tus movimientos. Y hasta puede que dispongas de otros sectores más favorables para tus intereses en estos momentos. No te quedará más remedio que agotar todas las posibilidades, y optar por lo que mejor te convenga en cada una de las circunstancias.


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