¿Qué puedes hacer si eres accionista de Abengoa?

Las acciones de Abengoa se desploman

¿Debo vender mis acciones?, o quizás ¿mantenerlas es la estrategia más correcta? son algunas de las preguntas que se plantean los muchos accionistas, como pueda ser tu caso,  que tienen todavía invertidos sus ahorros en la empresa de desarrollo sostenible Abengoa. Como consecuencia de su solicitud para entrar en el preconcurso de acreedores tras atravesar graves problemas económicos durante los últimos años. No en vano, la empresa cifra en 8.903 millones de euros su deuda total bruta consolidada.

Los efectos de semejante medida no han tardado mucho en llegar a los mercados financieros, con  la consiguiente repercusión en los pequeños accionistas. Por un lado, ha dejado de cotizar en el Ibex 35, el índice selectivo de la bolsa española. Y por otro, el más importante si has tomado posiciones en el valor, con el desplome en su cotización, con una caída del 78% de su valor en bolsa, con respecto a los precios anteriores a la emisión del comunicado emitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Hasta cotizar en estos momentos en 0,292 euros.

En tres días ha perdido prácticamente tres cuartas partes de su valoración en bolsa, y con un gran volumen de títulos negociados, que significa que los inversores se están deshaciendo de sus posiciones rápidamente. Antes que se produjese la noticia, el valor cotizaba a 0,916 euros por acción, con un descenso del 50% con respecto a su precio a finales del pasado año.

Generando, en cualquier caso, grandes oscilaciones en sus precios, con depreciaciones en torno al 30% en la misma sesión bursátil, y con subidas igualmente destacadas que detectaban las graves incertidumbres por lo que estaba atravesando la compañía andaluza en cuanto a su financiación.

En la práctica, sí has entrado en a finales de octubre con una operación valorada en 10.000 euros, comprobarás como en tan solo unos días tu capital se ha reducido a tan solo 3.292 euros aproximadamente.

Efectos entre los inversores

Sus títulos se han depreciado en más del 60%

En las semanas previas, los principales analistas bursátiles recomendaban no entrar bajo ningún aspecto en este valor. A pesar de todo, puede que no los hayas hecho caso, con la esperanza de conseguir esplendidos beneficios a tus aportaciones aprovechando sus bajos precios. Pues no ha sido así, sino que comprobarás como tus títulos siguen desplomándose en el parquet madrileño.

No obstante, siguen siendo muchas las incertidumbres que te invaden en estos momentos. Para empezar, hay que recordarte que sigue cotizando en el mercado bursátil, tras una suspensión temporal de sus títulos. Aunque a un precio mucho más bajo como consecuencia de la importante decisión de la empresa.

Ante este escenario, te será muy útil conocer la estrategia adecuada para proteger tu dinero. Si vendes las acciones a precio de mercado, o por el contrario, mantenerlas con el deseo que generen importantes repuntes que te hagan recuperar parte de tus aportaciones. Y aprovechando la situación, si no tienes acciones, puedes caer en la tentación de abrir posiciones ante una posible solución del problema.

Escenarios que se plantean

De momento, todas las posibilidades siguen abiertas, incluida una solución positiva, como consecuencia de la entrada de algún grupo empresarial, incluso con ayudas desde el gobierno, tal y como sugieren desde ciertos sectores económicos y políticos del país.

En cualquier caso, deberán analizar a partir de ahora los diferentes escenarios que pueden surgir desde esta situación tan excepcional. Ha llegado el momento para que inicies una estrategia, no sin muchas complicaciones, que esté destinada a proteger tus intereses como accionista.

  • Suspensión de cotización: sería el peor escenario posible si tienes abiertas posiciones en la compañía, ya que tus acciones dejarían inmediatamente de cotizar en bolsa. Y como consecuencia de ello, no podrías vender sus títulos hasta un levantamiento de la medida. Podría durar mucho tiempo, incluso con la posibilidad de no hacerlo jamás. El efecto más inmediato es que te quedarías atrapado sin poder hacer nada, ni más ni menos. Además tendrías que afrontar los gastos de custodia que te aplicará tu banco por la gestión de los títulos. Te representará una cuantía del 0,10% sobre el importe de la operación.
  • Los títulos siguen cotizando: no menos preocupante sería este escenario que se te plantea, aunque al menos podrás ejercer tu opción de venta en los mercados. Previsiblemente con nuevas y bruscas depreciaciones en sus precios. El cierre de las posiciones podría llevarte a soportar minusvalías entre el 60% y 90%, con respecto a tus órdenes de compra.
  • Entrada de nuevos inversores: tampoco puedes descartar que algún grupo económico, fondo de inversión, y hasta con ayuda del gobierno español, la empresa pueda reflotarse, o cuando menos contar con un capital social para seguir operando en su actividad profesional. En este sentido, todavía queda un margen de tiempo para que pueda cumplimentarse este escenario. Dispondrá de hasta cuatro meses para negociar una solución con sus principales acreedores. En cuyo caso, las alzas volverían de nuevo, aun desconociendo si con la misma intensidad que en los movimientos precedentes. Una primera consecuencia residiría en que serían bastantes los inversores que tomasen posiciones aprovechando sus bajos precios.

¿Cómo puedes solucionar el problema?

Las alternativas que pueden buscar los accionistas

Las estrategias que puedas desarrollar estarán muy limitadas, como consecuencia de la gravedad de este escenario empresarial tan poco usual. No habrá más remedio que comprobar tu situación financiera personal para calibrar, hasta que nivel de pérdidas puedes asumir, o por el contrario, si te merecerá la pena esperar mucho tiempo hasta que se normalice la situación. En cualquier caso, si no quieres verte atrapado en una posible y definitiva suspensión de su cotización, no te quedará más que dos alternativas a las que recurrir:

  1. Formalizar la venta: no tendrás más solución que reconocer tu equivocación y finiquitar la operación definitivamente. Asumiendo que la realizarás con extensas minusvalías. Pero al menos no perderás todo el capital invertido. Incluso puedes apurar esta estrategia tratando de buscar posibles repuntes en su cotización que den mayor margen a la liquidación de la operación.
  2. Mantener las posiciones: no deja de ser una maniobra arriesgada en función del desenlace final del conflicto. Como aspecto positivo, puedes ir recuperando sus precios paulatinamente. Pero desde la otra perspectiva, hacerte perder todos tus ahorros si no hay una solución al problema, y definitivamente la empresa vaya al concurso de acreedores. En cuyo caso, estarías en los últimos lugares de la lista para recuperar las aportaciones.

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