Una de las alternativas para invertir nuestros ahorros procede de muy lejos, concretamente de los mercados de Asia. Es una forma original de introducirse en la renta variable, especialmente si han quedado agotadas las vías de los mercados nacionales, incluso de otros países más próximos. No obstante, no será una operación fácil de llevar a cabo. Desde luego que no, y en cualquier caso presenta muchas luces y sombras que debes conocer si estás en la tentación de tomar posiciones en algunos de sus índices bursátiles, cualquiera de ellos.
Al hablar de la bolsa de Asia, no nos estamos refiriendo a un solo mercado, ni mucho menos. Sino que aporta una pluralidad por encima de otros espacios geográficos. No en vano, puedes invertir parte de tu patrimonio en países claramente consolidados, como el caso de Japón. O decantarte por algunos de los emergentes: Corea del Sur, Malasia, Singapur, etc. Sin olvidarse, claro está, de China, por sus especiales características. Una importante oferta, en definitiva, a la que puedes acceder a poco que definas una correcta estrategia de inversión.
Si finalmente optas por algunos de sus principales índices bursátiles de Asia, deberás entender que el rendimiento que le puedes sacar a tus ahorros es muy importante, y hasta puede que más elevado que en los parqués tradicionales. El motivo se debe a la alta volatilidad en que cotizan sus acciones generalmente. Con fuertes oscilaciones entre sus precios máximos y los mínimos. Pero por la misma razón tendrás que ser muy cauto en tus movimientos, ya que no es imposible que puedas perder buena parte de los ahorros invertidos.
Solamente cabe recordar cómo se desarrolló la bolsa china durante los dos últimos trimestres de 2015. Con caídas en las acciones de las empresas asiáticas de hasta casi el 20%, incluso más en las acciones más vulnerables. Aunque también con recuperaciones en sus precios igualmente llamativas por su especial virulencia. Con un riesgo latente en las operaciones que vayas a realizar a partir de ahora, al menos en los que se refiere a la bolsa china en concreto.
Características de las bolsas de Asia
Sin lugar a dudas, que los primero que deberás aportar es un conocimiento mínimo de lo que supone realmente invertir en alguno de estos mercados bursátiles tan alejados de tu entorno natural. No en vano, no será igual que en los occidentales, en los que te estabas moviendo hasta estos momentos. Un primer factor de distorsión procede de sus horarios. Cotizan mientras estás descansando por la noche, y se hace muy difícil un seguimiento regular sobre la evolución de cualquiera de estos mercados: chino, coreano, japonés… Será, por tanto, una labor mucho más compleja, y a la que no estabas habituado.
Otro escenario por el que se desarrolla su actividad bursátil poco tiene que ver con los planteamientos económicos por los que se rigen las bolsas occidentales, especialmente las del viejo continente. Y que seguramente te impedirán profundizar en sus mercados de renta variable. A pesar de todo se mueven bajo acontecimientos similares: tipos de interés, inflación, crecimiento económico o paro. Aunque aplicados a otra área económica, y también geográfica, como es en este caso la asiática.
Desde esta situación tan particular que presentan las bolsas de Asia, y en casos hasta compleja, no es extraño que tengas algún que otro problema para tomar posiciones en algunos de sus mercados de renta variable, cualquiera de ellos y sin exclusiones. Y que solamente a través de la precaución y la protección de tus derechos podrás solventar de forma satisfactoria para tus intereses personales. No debes olvidar ante todo, que estás ante unos mercados financieros nuevos para ti. Y como consecuencia de ello, deberás actuar bajo otras estrategias y pautas diferentes a las que convivías hasta estos momentos.
Comisiones más altas
Sus operaciones te conllevarán más gastos en las operaciones de compra y venta realizadas en los mercados de Asia, en relación con las que venías desarrollando en los parques nacionales, incluso los del viejo continente. Sus tarifas con toda seguridad que serán más expansivas, que pueden llegar al doble de las aplicadas para operar en la bolsa española, independientemente del banco o intermediario financiero en donde tengas abierta tu cartera de inversión. Los gastos como consecuencia de ello, se incrementarán en todos los casos.
Este factor podrá anular parte de la rentabilidad obtenida en las operaciones realizadas fuera de nuestras fronteras. Una penalización que deberás valorar para constatar si realmente merece la pena optar por otros mercados alternativos ajenos a tu entorno cultural y financiero. Desde este planteamiento, solamente deberás acudir a ellos ante dos escenarios debidamente delimitados. El primero, cuando se hayan agotado las oportunidades de negocio en la bolsa española, y por extensión en la europea. Algo completamente comprensible, y admisible.
Y en otro escenario, cuando alguna de las bolsas de Asia presenten una tendencia claramente alcista, y te hagan variar la estrategia de inversión que llevabas hasta estos momentos. Solamente de esta manera estarás en una posición mucho más favorable como para que se cumplan los objetivos marcados. Y que no son otros que rentabilizar los ahorros. Cuantos más, mejor. No en vano, es la finalidad principal de cualquier inversor.
¿Cómo debes invertir en estos mercados?
La toma de posiciones en sus mercados deberá materializarse siempre que se cumplan con unos mínimos requisitos. Y que afectaran tanto a tu estrategia, como a las aportaciones económicas que presenten las órdenes de compra. Para que finalmente determinen si has hecho o buena o pésima operación financiera.
- Como complemento a tus operaciones en renta variable en los denominados mercados tradicionales. Con unas aportaciones económicas que estén en líneas proporcionales a éstas, y que puedan configurar la cartera de inversión seleccionada por tu parte.
- En los precisos momentos en que se abran las oportunidades para entrar en estos mercados con mayores garantías, y que solamente aparecerán en situaciones muy puntuales, y bajo tendencias favorables para los intereses de los ahorradores de carácter minorista.
- En todas las situaciones nunca deberás invertir todos tus ahorros, sino por el contrario, una parte mínima de los mismos. Y que no representaría más del 20% del patrimonio disponible para esta clase de inversiones, como fórmula para proteger el capital.
- Seleccionando, no solamente los valores sensibles a tu demanda en esta zona geográfica, sino especialmente a los mercados de renta variable más favorables para tus intereses, y que podrán proceder de cualquier índice bursátil, y de las diferentes bolsas que operan en Asia.
- Conociendo en todo momento a donde diriges los ahorros, con una compresión mínima del valor que será objeto de la demanda inversora, incluso asesorado por los profesionales que tienes a disposición en el banco de dónde eres cliente. Sin ningún gasto por este servicio.
Desventajas de estos mercados bursátiles
De todas formas, será muy importante que valores todos los inconvenientes que acarreará la toma de posiciones en los mercados financieros de esta área geográfica tan alejada de tu entorno natural. Será la forma más efectiva para proteger tus posiciones, y evitar que parte de las aportaciones monetarias se evaporen en las operaciones que vas a realizar a partir de estos momentos. Y entre las que destacarían los siguientes inconvenientes.
No son unos mercados aptos para todos los perfiles de inversores, sino solamente para los experimentados, y que hayan invertido alguna vez sus ahorros en los parqués asiáticos. No en vano, son muchos los intereses que están en juego.
El control de las operaciones se realizará con mayor dificultad, no solamente por sus horarios, sino también por las especiales características de sus mercados. Y que exigirán un mayor conocimiento de los mismos para no cometer excesivos errores en las estrategias de inversión.
Con toda seguridad que muchas de sus propuestas serán prácticamente desconocidas, y hasta sin saber sus líneas de negocio, resultados empresariales, potencial de revalorización, y hasta su evolución en la bolsa durante los últimos años.
No está totalmente demostrado que pueda obtenerse un rendimiento superior al de otras plazas de la renta variable, ni tan siquiera que se desarrollen en terreno positivo. Siendo la prudencia la mejor vacuna para generar unas minusvalías de las podamos arrepentirnos a los pocos días de abrir posiciones en sus mercados.
Desde este escenario que presentan los mercados bursátiles asiáticos, no será muy complicado inclinarte por alguna propuesta en concreto. La oferta es muy amplia, y procedente de todos los sectores, y en donde el vinculado a las nuevas tecnologías está al alza como consecuencia de la constante presencia de empresas con estas líneas de negocio. Especialmente en los parqués chino y japonés, que pueden ser más sensibles a esta demanda tuya.
Otro aspecto que deberes considerar es el cambio de divisas en el momento de formalizar la operación, y que requerirá de un gasto adicional como consecuencia de la formalización de esta operación bancaria. A través de una pequeña comisión que te cargarán en cuenta el banco con el que operes habitualmente. No en vano, muchas de estas monedas no son muy habituales en los mercados de renta variable, incluso para ti mismo.
Si a pesar de todo, sigues empeñado en recurrir a esta zona del planeta para desarrollar las inversiones, ármate de paciencia, porque la volatilidad en el precio de sus acciones te hará que puedas retrasar la resolución de los movimientos. Y hasta puede que no cierres las posiciones en los plazos deseados inicialmente. Desde este punto de vista, estarás ante operaciones con mayor dificultad, en especial si van dirigidas al corto plazo. El riesgo será un nuevo factor con el que tendrás que contar a partir de estos momentos, aún más que en los mercados de tu entorno.