La nómina se ha convertido en un instrumento de presión que pueden utilizar los clientes ante las entidades bancarias. A través de este recibo laboral se pueden abrir muchas puertas en las relaciones con estas empresas, más de las que puedes pensar inicialmente. Desde conseguir un crédito personal con mejores condiciones de contratación, hasta conseguir que te permitan estar en números rojos en tu cuenta corriente, sin gastos algunos. Con toda seguridad se inicia todo un abanico de posibilidades que deberás explorarlas para obtener más beneficios.
Esta estrategia puede servirte, no solamente para mejorar las condiciones de algunos productos bancarios, sino también para contener los gastos que se derivan de tu condición como cliente. Para ello, puedes escoger entre una amplia y diversificada oferta que han puesto estas entidades delante de tu mesa. Tan solo deberás elegir la propuesta que mejor satisfaga tus necesidades, y en función de los servicios que más utilices en tu vida diaria.
Desde el principio, te puedes aprovechar de la estrategia comercial de los bancos que desean captar más clientes, y especialmente aquellos que aportan dinero de forma regular. No escatiman en ofrecerte propuestas, a cual más sugerente, y en algunos casos hasta muy agresivas. Buscan especialmente que no te resistas y firmes una de las cuentas que están vinculadas a la nómina. Serán muchas las prestaciones y servicios que te proporcionen, a través de una oferta conjunta, que destaca en la promoción realizada desde los propios bancos.
¿Qué clase de ingresos admiten?
Son productos bancarios que están destinados a captar la nómina de los clientes. No obstante, son muchos los trabajadores autónomos, o profesionales, que sin disponer de este recibo se preguntan si también ellos pueden acceder a la cuentas de estas características. Pues en efecto, también están abiertos a estos planteamientos comerciales. Incluso a nuestros mayores a través de sus pensiones en la jubilación. Hasta el punto que se trata de una oferta diferenciada que se ha programado bajo planteamientos comerciales distintos.
Llegados a este `punto, se incluyen propuestas aún más expansivas, que abren esta posibilidad a los parados que están cobrando un subsidio por desempleo. Y en cualquier caso, con completa igualdad con respecto a las nóminas generadas por los trabajadores por cuenta ajena. Solamente hay que acudir a la oferta bancaria actual para detectar un modelo de cuenta en el cual estemos representados a través de nuestros ingresos. Seguramente que lo descubras, y te encuentros con incentivos muy atractivos, que se harán muy difíciles de rechazar.
Con respecto al valor de la nómina (o ingresos regulares) no hay un denominador común sobre su cuantía, y depende fundamentalmente de la oferta que te presenten los bancos. Son productos muy parecidos entre todos ellos, pero que importan algunas diferencias sustanciales que son los que determinan las características de la propia cuenta, y por supuesto, de sus servicios. Y solamente con la aportación de la nómina, o los ingresos regulares, nada más.
Desde este escenario general, las propuestas son muy diferentes. Hay cuentas que requieren de unos ingresos ciertamente altos, por encima de 2.000, 3.000 o incluso más euros. A cambio, la oferta se compensa con propuestas menos exigentes que adaptados a todos los trabajadores, incluidos los mileuristas. Porque en efecto, no es raro encontrarse con alguno de estos productos a partir de un importe mínimo de 600 euros. Por debajo de esta cantidad ya es imposible detectar alguna cuenta de estas características.
¿Qué te ofrecen estas cuentas?
A partir de aquí no hay mayores requisitos para formalizarlas, solamente vincular los ingresos a la cuenta, nada más. Como recompensa a este esfuerzo por tu parte, las entidades financieras te van a hacer infinidad de propuestas, a cual más competitiva. Sin limitaciones, y a veces con mayores beneficios de los que puedas prever inicialmente. Si estás en condiciones en firmar esta operación bancaria, no te quedarán más recursos que atender a sus ofertas.
Generalmente parten de una iniciativa común a todas las cuentas. No es otra que eliminarte todas las comisiones, y gastos de administración. En casi todos los productos bancarios, no solamente se aplica esta estrategia en las cuentas, sino también en tarjetas, transacciones, transferencias, etc. De forma que puedas desarrollar, sin demasiado esfuerzo, una correcta política de ahorro, que sea lo suficientemente contundente como para contener los principales gastos. Pero desde esta prestación básica se empiezan a impulsar otras más específicas que darán consistencia a las ofertas del sector.
Primera ventaja: acceso a financiación preferente
La obtención de créditos con mejores condiciones es una de las ideas lanzadas desde los bancos para que aceptes sus propuestas. No en vano, podrás ahorrarte cerca de un punto porcentual cada vez que suscribas una línea de crédito. Y por supuesto que exento de cualquier comisión. Es más, en la mayoría de las ocasiones no te hará falta demandarlo, sino que por el contrario, ya estará concedido previamente, desde el mismo momento en que formalices las cuenta. Aunque eso sí, los importes no serán demasiado exigentes, sino que se situaran bajo márgenes que raramente sobrepasan la barrera de los 15.000 euros.
Segunda ventaja: tarjetas gratuitas
Se trata de una apuesta mayoritaria entre todas las cuentas que exigen la domiciliación de la nómina u otra clase de ingresos regulares. Como consecuencia de esta iniciativa, a partir de ahora no te pasará el cargo por su gestión o mantenimiento. Únicamente deberás afrontar los intereses por las operaciones a crédito, o los gastos generados por la retirada de efectivo desde los cajeros automáticos, entre otros. Incluso te dan la oportunidad de elegir el formato adscrito a la oferta por tener la nómina domiciliada en la entidad: a crédito o débito. Tú serás quien lo seleccione.
Tercera ventaja: depósitos más competitivos
La baja rentabilidad en estos productos podrá ser reemplazada por márgenes más exigentes, que en las propuestas más agresivas incluso pueden llegar nada menos que al 5%. Solamente pueden conseguirse a través de las propuestas que desarrollan algunos bancos para recibir las nóminas de sus clientes. Se trata de una mejora considerable con respecto a los modelos tradicionales. Pero mucho cuidado, porque sus condiciones son mucho más duras.
Para empezar, disponen de un periodo excesivamente dilatado, que no pasa de 6 meses, y sin la posibilidad de renovar las imposiciones a su vencimiento. Por otro lado, hay más trabas para rentabilizarlo con plenas garantías sobre las aportaciones depositadas. No en vano, solo posibilitan que sean remunerados un saldo muy pequeño de los ahorros. Hasta aproximadamente 10.000 euros, como tope máximo. Desde esta perspectiva que imponen a estos productos de renta fija, no serán muy elevados los euros que pasen a nuestra cuenta corriente.
Cuarta ventaja: vía libre a los descubiertos
Uno de los peores escenarios para los titulares de una cuenta corriente es cuando ésta se encuentra situada en números rojos. Las penalizaciones que deberás afrontar puede que te parezcan desproporcionadas, en torno al 10% sobre el saldo deudor. Pues bien, domiciliando los ingresos laborales – en algunas ofertas bancarias – incluyen la posibilidad de eximirse de estos molestos cargos.
Hasta el punto que algunas propuestas muy puntuales permiten que los clientes que se encuentren en esta desagradable situación puedan estar en números rojos por el máximo del valor de su nómina. Sin que sean penalizados con ninguna comisión, siempre que no rebasen este límite. Y que en cualquier caso, les hará disponer de una mayor liquidez en su cuenta corriente para afrontar una serie de gastos, especialmente los imprevistos. Y sin la necesidad de pedir un adelanto de su salario para tapar estos agujeros contables.
Quinta ventaja: seguros completamente gratuitos
A pesar de ser una ventaja secundaria con respectos a otras propuestas bancarias, no menos cierto que pueden obtenerse a través de esta estrategia comercial una serie de pólizas aseguradoras sin ningún coste monetario para sus bolsillos. Fundamentalmente a través de los productos más básicos (accidentes, asistencia en viajes, hogar, etc.). El ahorro, por tanto, también será digno de reseñar, y de esta manera también estés protegido ante cualquier contingencia.
La gama de estos productos aseguradores que pueden obtenerse van desde las pólizas más convencionales, que te protegerán de muchas actuaciones. Pero también de otras más específicas que tienen una mayor relación con los productos contratados con la entidad bancaria, como por ejemplo los seguros de protección de uso fraudulento de las tarjetas. Sin ningún coste económico desde el principio, así como en su mantenimiento. A cambio las coberturas que te ofrecerán serán las básicas, sin ninguna cobertura especial..
Sexta ventaja: con anticipos de nómina
Y si por cualquier circunstancia llegas con problemas monetarios a final de mes, tienes la posibilidad de recurrir al anticipo de tu salario. Por el valor de hasta seis nóminas en el mejor de los valor. De forma que podrás disponer de un importe que puede alcanzar los 6.000 euros, que te servirá para salir de más de un apuro. No obstante, lo más reseñable de esta oferta que te proporcionan estas cuentas vinculadas a la nómina es que se genera sin la aplicación de ningún tipo de intereses, ni tampoco conlleva comisiones u otros gastos en su gestión.
Tampoco es necesario que te lo concedan, ya que la tienes a tu disposición en el preciso momento de formalizar la cuenta. Únicamente que quedará saber hasta cuantas nóminas puedes acceder, y el plazo que dispondrás para devolverlo. En cualquier caso, se trata de una de las mejores opciones para dotarte de una vía de financiación en estos momentos. Todo serán van ventajas, e incluso esta operación se podrá aplicar también sobre la pensión de los clientes de mayor edad.
Pero nos lo sacan por otro lado.