En el momento en que empiezan a florecer las plusvalías en las inversiones realizadas es normal que los ahorradores se planteen si es el momento adecuado de vender, o por el contrario esperar a que los beneficios sean más abultados. Para definir este planteamiento será necesario diseñar una estrategia que delimite los objetivos del inversor. En función de su perfil, plazos a los que va dirigido y el capital aportado. No en vano, determinarán en la mayoría de los casos la respuesta a este planteamiento en la inversión.
En situaciones de tendencia alcista lo más prudente es seguir con la inversión hasta conseguir mejores precios en su cotización. O hasta que aparezcan señales que indiquen la finalización de este proceso, aún con el riesgo que pueda evaporarse las ganancias obtenidas hasta estos momentos.
Para cometer los menores errores posibles será muy recomendable que selecciones una fórmula que combine seguridad y riesgo como estrategia para preservar tu capital. Especialmente en los períodos bajistas que es donde es mucho más fácil que se invierta el estado de tu cartera de inversión. Hasta el punto de alcanzar posiciones negativas, en donde te será realmente más complicado deshacer las posiciones en los mercados de renta variable.
Plusvalías: Marca unos objetivos
Por encima de todo, no te quedará más remedio que plantearte unos objetivos que puedas asumir desde el principio. No lo hagas bajo intenciones excesivamente optimistas, y con visos de no prosperar. Será un error vislumbrar metas pocos realizables con ganancias por encima de lo habitual en esta clase de operaciones. Otra pauta de actuación muy útil para estas situaciones consiste en establecer unos plazos de inversión para la operación: corto, medio o largo. Y en función de este parámetro aplicar una estrategia acertada en la inversión.
Cerrar las posiciones en bolsa
Cuando tus posiciones en la renta variable son ganadoras siempre existe la tentación de vender las acciones rápidamente. Pero, ¿es acertada es actuación de los inversores? Dependerá de los criterios por los que te guíes en la gestión de tus ahorros. No en vano, en situaciones de fuerte inestabilidad financiera o bursátil puede ser la mejor decisión que tomes, por encima de otras posiciones más agresivas.
Pero no siempre se da este escenario, y en las más favorables para tus intereses (bajo tendencia alcista, o incluso neutra), sí que te equivocarás si cierras las posiciones con cierta diligencia. Los inversores más experimentados en los mercados financieros son más partidarios de que corran los beneficios por encima de otras consideraciones. Siempre que te plantes unos objetivos mínimos en las operaciones de bolsa.
Un pequeño truco para actuar de esta forma reside en mirar todas las semanas los máximos de la cotización. Para que en el momento en que sean decrecientes, tomar una decisión y abandonar las posiciones inmediatamente con todos los beneficios acumulados hasta ese momento. Es una de las estrategias más fiables para tomar una decisión de estas características. Fundamentalmente para los inversores que dirigen sus inversiones al corto plazo.
Puede que los plazos cortos no vayan con tu forma habitual de inversión. Sino que por el contrario esté destinada al medio o largo. En este caso, podrás asumir pérdidas en los primeros meses, ya que tus expectativas de crecimiento económico estarán puesta en 5, 8, 10 o incluso más años. No necesitarás estar pendiente de las cotizaciones diarias de los valores que mantengas en tu cartera de inversión. Con que realices esta operación cada cierto tiempo será más que suficiente.
¿Cuándo debes deshacer posiciones?
Sea cual fuese el estado de tus inversiones, hay un escenario en donde no tendrás más remedio que cerrar las posiciones que tengas abiertas en la renta variable. Será el preciso momento en donde las cotizaciones rompan algún soporte significativo. Será una señal clara de que te has confundido en tus planteamientos. Y no quedará más remedio que deshacer las posiciones. Con un objetivo muy claro, que no es otro que evitar que pierdas más dinero en los mercados financieros.
Otro aspecto de gran interés para tus operaciones en bolsa proviene del inicio de movimientos bajistas, después de haber conseguido plusvalías en las operaciones bursátiles. Seguro que te apetece cerrar las operaciones aunque sea bajo unas mínimas ganancias. El riesgo que se deriva de esta estrategia es que te puede privar de posibles subidas en los próximos meses, que te lleven a incrementar las ganancias, incluso de forma considerable.
Pues bien, este delicado problema se solucionaría analizando el aspecto técnico del valor. Con toda seguridad que te indique que todavía no es el momento oportuno para vender. No en vano, puede que estés en condiciones de obtener más beneficios en las próximas sesiones bursátiles. De todas formas es una decisión que solamente depende de ti, y del perfil que presentes como pequeño y mediano inversor. Con estrategias diferentes en cada cado.
Gastos de las operaciones
En el momento de cuantificar las posibles ganancias de cada operación bursátil, no solamente hay que buscar la diferencia entre el precio de compra y el de venta. Sino que también hay que añadir las comisiones que tiene cada operación de bolsa, así como las de custodia y, por supuesto la cantidad que está destinada a Hacienda. Será la forma más objetiva para calcular la verdadera rentabilidad que obtendrás por la inversión.
Puede que algunos casos sean hasta mínima, y en otros ni tan siquiera puedas cubrir los gastos de las comisiones e impuestos. A medida que tus ganancias sean mayores, el impacto de estos desembolsos se diluirá sensiblemente. Hasta podrás ajustar mejor las operaciones de venta para conseguir tus anhelados objetivos.
Es muy aconsejable que optes por alguna de las muchas ofertas que tienen habilitadas las entidades financieras para abaratar estos gastos. No en vano, puedes ahorrarte hasta un 20% en las operaciones. Sin renunciar a nada, ni a ningún servicio. Es habitual que presenten incluso traspasos gratuitos en las carteras de inversión procedentes de otros bancos. En donde llegan a ofrecer dinero en metálico, que puede llegar al entorno de 1.000 euros.
¿Cuándo debes tomar la decisión?
Será uno de los momentos más decisivos en tu devenir como inversor. No obstante, tiene el inconveniente que no se sabe cuándo tomar la decisión. Son muchas las dudas que se te pasarán por la cabeza, en uno u otro sentido. Hasta el punto que dudarás son la conveniencia de las órdenes que has mandado a los mercados financieros.
No conviene que lo hagas por necesidad económica, ni mucho menos como solución para afrontar otros gastos de tu economía doméstica: el colegio de los niños, las facturas atrasadas o alguna deuda ante terceros. No en vano, este escenario puede perjudicarte gravemente en tus intereses, y mucho más de lo que crees inicialmente.
Para invertir mejor deberás estar en una situación económica más o menos boyante. Así lo atestiguan algunos pequeños inversores que han realizado muy malas operaciones en la renta variable por los problemas de liquidez en su cuenta corriente. Han llegado a perder dinero en sus movimientos después de haber estado sus inversiones en beneficio.
Ha llegado que seas por ti mismo quien tenga que dilucidar estos planteamientos que te hemos expuesto en este artículo. No será una tarea nada fácil, desde luego, pero con un poco de voluntad y algo de experiencia podrás conseguir los objetivos en unos plazos no excesivamente dilatados. Con suerte, a partir de estos momentos estarás en mejores condiciones de optimizar las operaciones en renta variable y conseguir plusvalías.
Ocho consejos para invertir
Desde estos momentos no te vendrá nunca mal importar una serie de sencillas pautas de actuación que tendrán como objetivo prioritario dilucidar cuál es el momento más conveniente para salirte de los mercados financieros con plusvalías, aunque sean mínimas. O por el contrario esperar a que las cotizaciones se dirijan a posiciones más avanzadas con las que rentabilizar aún más tus movimientos en la bolsa. Básicamente serán las siguientes.
- No vender nunca en situaciones alcistas de los mercados, a pesar de estar con plusvalías. En especial cuando los gráficos y figuras de los mismos indiquen que las revalorizaciones pueden continuar durante las próximas sesiones.
- Analizar los máximos y mínimos semanales porque te darán una pista correcta sobre la tendencia de los valores durante las siguientes sesiones bursátiles. De esta forma, cuando los máximos semanales decrezcan pueda ser la señal para deshacerte de las posiciones compradoras.
- Plantearte unos objetivos lógicos y coherentes en la toma de posiciones, en dependencia del plazo al que deseas dirigirte: porcentaje de beneficios, pérdidas que puedes asumir, etc.
- Ir acumulando posiciones a medida que el movimiento alcista se vaya consolidando y, a la inversa, deshacer posiciones en función de que la cotización vaya perdiendo fuerzas en sus cotizaciones diarias.
- Cuando la presión vendedora sea superior a la compradora será el momento de alejarse de los mercados de renta variable. Dejando de lado toda estrategia previa y, a pesar que las plusvalías generadas sean muy pequeñas.
- Decantarte por valores alcistas porque siempre darán mayor seguridad de que las ganancias puedan continuar su curso. En cualquier caso, deberás estar expectante ante cualquier alarma que indique que los precios de las acciones han tocado techo y la tendencia, por tanto, puede cambiar en pocos días.
- Cualquier acontecimiento o hecho reseñable puede dar al traste con tus aspiraciones en la inversión. No te quedará más remedio que ser muy ágil y anticiparte en los movimientos.
- Y finalmente no puedes olvidar que es preferible ganar una pequeña cantidad que quedar lastrado para el futuro. Estas situaciones las han sufrido la gran mayoría de inversores, incluso los más expertos en operaciones de bolsa.