Banca online, ¿qué te aporta?

La banca online que ofrece sus servicios por Internet está incrementando su actividad hacia los usuarios por medio de unos productos especialmente diseñados para contratarlos por este modelo de comercialización. Pero, ¿realmente te merece la pena optar por este tipo de banca en formato online? Si bien ofrecen unas propuestas cada vez más agresivas, no está indicado para todo tipo de productos, especialmente aquellos que requieren de un mayor contacto físico, con la necesidad de acudir a la sucursal.

¿En dónde es más rentable formalizar las operaciones? Es sobre todo en los productos de ahorro donde se generan las ofertas más competitivas a través de una serie de propuestas que elevan la rentabilidad a algo más del 0,70%, por medio de depósitos promocionales o para nuevos clientes. Por eso no es de extrañar que en los bancos online puedan encontrarse ofertas de este tipo que mejoren sustancialmente las condiciones sobre las imposiciones de los bancos tradicionales, y que pueden suscribirse por períodos no excesivamente dilatados, entre 6 y 24 meses aproximadamente.

También suelen mejorar las condiciones en cuanto a las prestaciones que generan estos modelos: aportaciones no tan exigentes, son más cómodos de contratar y ofrecen una total liquidez a los depositantes. Otro producto que también es rentable suscribirlo a través de estos canales son las cuentas de ahorro, en sus diversos formatos. Son más ágiles y se contratan sin gastos ni comisiones y con la posibilidad de ampliar sus ventajas en función de las propuestas realizadas por cada entidad.

Productos de ahorro más competitivos

Incluso presentan ofertas más generosas por domiciliar la nómina, que en la mayoría de las veces se traduce en exención de comisiones y gastos por su gestión o mantenimiento, incremento de su rentabilidad, o sencillamente el adelanto del salario entre otros servicios. Hasta el punto de beneficiarte si vas a suscribir alguno de estos productos, sea cual fuese el banco con el vas a entablar relaciones comerciales.

En cambio, en donde hay una mayor deficiencia es en los préstamos personales e hipotecarios. Es cierto que los disponen, pero su oferta no es tan extensa y plural como a través de la banca tradicional, limitándose por lo general a vías de financiación más genéricas. Y que en cualquier caso, se comercializan con una ligera mejora en las condiciones de contratación.

Por lo que respecta a los productos de inversión hay que reseñar que disponen de un servicio especializado para operar con bolsa, fondos de inversión u otros productos derivados de la renta variable. Pero si vas a operar con ellos, debes conocer qué en general no cuentan con mejores herramientas para operar con los mercados financieros, si se comparan con las ofertas convencionales de los grandes y medianos bancos de nuestro país.

Operar en los mercados financieros

Por otra parte, no ofrecen excesivas ofertas para operar con la renta variable, y muchas de sus propuestas se limitan básicamente a traspasos de acciones y fondos de inversión de otra entidad como punto de partida de sus promociones estelares. Ofrecen, en definitiva, unos productos más simplificados en el que la exención de comisiones y gastos en sus productos es su principal apuesta de cara a los nuevos clientes. A partir de esta premisa la banca online elabora sus propios diseños para que puedan adaptarse a los perfiles de los clientes y puedas operar desde tu casa. Porque en efecto, la comodidad para desarrollar las operaciones en renta variable es una de las principales cualidades de la banca online.

¿Te conviene operar con un banco online?

Como todo sistema, la banca online dispone de una serie de ventajas y desventajas que son convenientes que analices para que puedas discernir si te conviene ser cliente de una entidad que presenta estas características. Y que básicamente genera las siguientes ventajas que a continuación te exponemos.

• Produce un mayor ahorro de tiempo ya que puedes operar y contratar los productos a cualquier hora y día, ya que sus oficinas online no cierran, y por tanto sus clientes no deben estar atentos a los horarios comerciales de sus oficinas para formalizar sus operaciones.
• La banca online genera unos costes de gestión más bajos, de ahí que sus propuestas sean más rentables. Como consecuencia de ello, se pueden eliminar o aminorar los costes de mantenimiento y las comisiones son más asequibles para todos los clientes.
• Se puede recurrir a esta clase de banca en todo tipo de situaciones, en vacaciones, desde el extranjero o para operar a las horas más poco habituales en donde las sucursales están cerradas. Dotando de una mayor flexibilidad a las operaciones y movimientos de los clientes.
• Sus posibilidades bancarias abarcan todo tipo de operaciones, desde suscribir una cuenta corriente hasta formalizar una imposición, sin olvidarse tampoco de las operaciones para invertir en renta variable, y otros productos en los mercados financieros.
• A través de la implantación de las nuevas tecnologías se puede acceder al servicio de banca por móvil u otras herramientas tecnológicas, mientras estás en una terraza, o desde la misma playa en tus vacaciones.
• Una de sus características es la transparencia ya que al suscribir los servicios de manera online, obliga a que las condiciones y contratos expuestos en la web te sean expuestos de forma clara y sencilla, incluso más que a través de un banco físico.

Desventajas de la banca online

Pero no todo son beneficios para tus intereses como usuarios en la banca online, ni mucho menos. Dispondrás de una serie de limitaciones que desde el primer momento no te quedará más remedio que asumir. Y llegar a la conclusión si te merece la pena entablar relaciones con este sistema en la banca. Solamente de ti, y de tu perfil como cliente, dependerá la decisión que tomes a partir de estos momentos.

• Disminuyen los canales de relación que tienes como cliente con tu entidad financiera, sin que puedas recurrir habitualmente a una oficina física para plantear tus problemas, y en donde algunas veces su único interlocutor es la web del banco. O en el mejor de los casos una consulta a través del teléfono.
• Las personas con menos conocimientos financieros cuentan con mayores problemas para contratar sus productos al no disponer de una tutoría para encauzarle sus inversiones o desarrollar sus productos de ahorro. Con el riesgo que se les plantean en sus operaciones más frecuentes.
• Los inversores disponen de un instrumento para formalizar sus inversiones, pero que en muchos casos es más incompleto que a través de la banca tradicional, incluso con menores propuestas de inversión o con unos productos más limitados.
• La desventaja que más suele preocupar al usuario es la referida a la seguridad de operar por Internet, que le pueda implicar algún riesgo en sus operaciones bancarias y, que en situaciones puntuales les invita a desistir en su intención. En especial, desde ordenadores que no son de su confianza.
•  La banca tradicional ofrece a sus clientes depósitos con más rentabilidad de la que anuncian, entre otros aspectos, porque son productos que pueden negociarse entre ambas partes. Cosa que no podrás desarrollar por medio de la banca por Internet.
• Hay determinadas operaciones en que es necesario la presencia física en la sucursal bancaria: para cambiar divisas, para la firma de un pagaré bancario, o sencillamente para renegociar su crédito. En estos casos, no te quedará más remedio que seguir con los modelos tradicionales en la banca.

Operaciones bancarias que no puedes realizar

En todo caso, siempre habrá algunas operaciones – cada vez menos – que no podrás desarrollar a través de los nuevos canales tecnológicos. Y que es conveniente que sepas con antelación antes de decantarte por este modelo de gestión. Y que te puede limitar a la hora de mejorar un producto bancario, o sencillamente atender a su gestión. Estas son algunas de situaciones que te pueden pasar si eres un cliente online.

1. Renegociar tu préstamo (personal o hipotecario) de una forma más personalizada y, que en cualquier caso siempre se formaliza mejor a través de la propia sucursal del banco, o directamente con sus gestores.
2. Realizar ciertas operaciones bancarias que requieren la presencia del cliente en la oficina: cambio de divisas, la firma de un algún documento o la entrega de documentación para acceder a alguno de sus productos.
3. Cuando se opta por un servicio más personalizado que tenga como interlocutor a un gestor de la entidad financiera y que requiera de una relación estrecha entre ambos. No en vano, la comunicación directa será más necesaria, y por tanto, efectiva.
4. En las operaciones que sea necesario un cambio en sus titulares es más aconsejable pasarse por las oficinas bancarias para que este proceso pueda formalizarse de la mejor forma posible y sin ningún problema que enturbie los movimientos bancarios.
5. Solicitar un cambio en tu cuota de financiación o en el pago mensual de tu tarjeta de crédito, ya que para ello deberás contactar mejor con los responsables de esos departamentos e indicarles tus intenciones reales para comprobar si pueden ser cumplidas por la entidad.
6. Para formalizar cualquier reclamación o queja sobre algún servicio bancario lo más aconsejable será ir directamente al banco (o por teléfono) para solucionar el problema lo más rápidamente posible. No en vano, le podrás exponer con mayor claridad la clase de incidencia que tienes.

Combinar la banca convencional con la online

Quizás el modelo que más te interese en estos momentos sea el intermedio, aunando los dos sistemas. No en vano, te podrás beneficiar de las aportaciones de cada uno de ellos. Además, prácticamente todos los bancos tienen habilitados los dos modelos. Con lo que no te será difícil conseguir los objetivos. Y contratar los productos bancarios, en función del sistema que te sea más beneficioso en cada momento. Puede que sea la operación más rentable para tus intereses.