Plazos para los productos de la inversión

plazos

Los plazos en la inversión es un factor muy determinante para gestionar la rentabilidad de los productos financieros. Hasta el punto que cada modelo de inversión requiere de su propia permanencia. En cada de uno de ellos es diferente, aunque algunos pueden converger. Será muy importante que lo tengas en cuenta a partir de estos momentos. Con la finalidad que tengas muchas más garantías en cada una de las operaciones que formalices.

No es lo mismo plantearte un plazo a corto que a largo. No en vano, tendrán un tratamiento completamente diferente. Y exigirán de la contratación de unos productos financieros más que otros. Si deseas tener éxito en tus relaciones con el mundo de la inversión, no tendrás más remedio que conocer cuáles son los más aconsejables en cada uno de los plazos. Dispondrás de estrategias diferentes y en algunos casos bajo mecánicas que no son los mismos en todos los casos.

Para que a partir de este año tus inversiones se desarrollen bajo mayor éxito deberás saber que productos son más rentables en cada uno de los plazos. Y no menos importante, los motivos para que este escenario se produzca. Al disponer de tantos productos destinados a la inversión tendrás más de una combinación para rentabilizar los ahorros de la forma más correcta posible. En este artículo, se incluirán todos los plazos de permanencia posibles. Para que puedas aplicarlos sobre tus operaciones en los mercados de renta variable u otros activos financieros.

Plazos: ultracorto

Estas operaciones son las que se desarrollan en la misma sesión bursátil. Son conocidas como intradia y exigen de una agilidad en los movimientos poco inusual en otros plazos más largos. El producto que mejor recoge esta tendencia es sin duda la bolsa. Por sus especiales características y que permiten que `puedas abrir y cerrar posiciones en pocas horas, incluso en minutos. Se trata del mercado financiero más ágil que tienes para estos plazos tan cortos. Con completa libertad en todos los movimientos que formalices desde estos momentos

De todas formas, no todos los valores serán válidos para esta clase de operaciones tan especiales. Te deberás concentrar en aquellos que presenten una mayor volatilidad. Con amplias diferencias entre sus precios máximos y mínimos. Para que a través de sus diferencias estés en condiciones de rentabilizar con mayores garantías tus movimientos en la renta variable. Hasta el punto que puedas formalizar varias operaciones en el mismo días.

Estos plazos tan dilatados son los elegidos por los inversores más especulativos. Deseas abreviar los plazos, aunque los intereses que obtengan sean menores. Están continua actividad, sin cesar de realizar operaciones en bolsa. En unos casos de forma positiva, pero en otros asumiendo que generarán minusvalías. Cuentan para operar con los mercados financieros de unas tarifas planas, por las cuales pueden ahorrarse muchos euros a través de todo el año.

Plazos cortos, con más productos

corto plazo

Se trata también de operaciones muy rápidas, pero sin llegar la explosividad del anterior movimiento. La bolsa es también receptiva a esta clase de permanencia. Pero con mayor margen en las operaciones. Se considera un plazo corto a un periodo que puede oscilar entre unas pocas semanas y dos o tres meses. Hasta con la posibilidad de cobrar dividendos en los casos de los valores que se decantan por esta política retributiva de cara a los accionistas.

En estos plazos se te abren otros productos que encajan con esta estrategia. Uno de ellos son los warrants, aunque dentro de la franja alta de la permanencia. Es un modelo de inversión mucho más complejo. Entre otras razones porque te demandará un conocimiento profundo de su mecánica. Puedes ganar mucho dinero, pero también dejarte muchos euros por el camino. Debido a los riesgos que contraes si los contratados como fórmula de inversión para tu perfil como usuario.

Los warrants tienen la ventaja que puedes suscribirlos, tanto para operaciones cortas como largas. De esta manera, podrás aprovechar todos los escenarios que se presenten. Incluso los más negativos para los mercados financieros. Cosa que no puedes realizar con la mayoría de productos financieros. No necesitarás que las bolsas sean alcistas para que estés en condiciones de rentabilizar parte de tus ahorros.

Plazos medios, normalidad en la bolsa

Esta clase de permanencia es la más frecuente entre los pequeños y medianos inversores. Quizás sea también tu caso. Abarca periodos desde unos cuantos meses a cerca de un años. Con muchos meses por delante, si las cosas no salen de la forma que habías previsto al iniciar tu inversión. Te sirven la mayoría de los valores que cotizan en la renta variable. Tanto los nacionales como los procedentes de otras plazas internacionales. Dispones de una potente oferta para configurar tu cartera de valores de una forma eficaz y con ciertas garantías.

No puedes olvidar en ningún caso que este plazo intermedio es muy propicio para desarrollar operaciones en la bolsa. Pero también en otros productos financieros. Como por ejemplos los fondos cotizados. Otros de los productos que recoge esta característica tan importante son los fondos de inversión. En cualquiera de sus muchas variantes. Tanto en la renta variable como en la fija. Incluso a través de modelos de inversión alternativos si este es al final tú principal deseo.

Los productos con mayor riesgo, como por ejemplo los warrants con ventas a créditos también responden a esta necesidad de inversión. Aunque con unos requerimientos sustancialmente diferentes. Destinados a un perfil de inversor más delimitado. Busca rentabilidades rápidas y cuenta con una mayor cultura financiera. Aunque con el riesgo latente que pueda dejarse por el camino muchos euros. Quizás demasiados para otra clase de inversores.

Los plazos más largos en la inversión

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Queda por último, los plazos largos que son aquellos que van destinados a periodos de permanencia por encima de dos o tres años. Sus mayores receptores son fundamentalmente los inversores con perfil más conservador. Incluso se da casos de ahorradores que tienen sus ahorros sin fecha de vencimiento. Hasta el punto que la inversión pueda ser hereditaria. Como es muy habitual entre los inversores japoneses. En cualquier caso, se trata de una opción más que dispones para gestionar tus ahorros.

Son todos los productos sirven para estos plazos tan largos. Desde luego que incluyendo a las operaciones en bolsa. Son muy propicias para estos movimientos tan lentos. Pero no en todos los valores. Sino que por el contrario, a través de aquellos muy estables y que van creando pequeños retornos todos los años. Hasta el punto que te puedes beneficiar de los dividendos que reparten con regularidad. Con un rendimiento anual que oscila entre el 3% y 8%. Cuentas con varias propuestas de estas características. Conformando una renta fija dentro de la variable.

Otro de los productos destinados al más largo de los plazos se materializa por medio de los fondos de inversión. Quizás sea el más adecuado de todos. Sean de la naturaleza que sean. No hay distinciones en cuanto la recomendación de estos plazos. Es una forma de ir creando una bolsa de ahorro año tras año. Hasta incluso como complemento de la pensión. No en vano, es muy frecuente encontrarte con otros ahorradores que tienen más de cinco años de antigüedad n estos productos financieros.

En cambio, los productos de inversión de alto riesgo no son los más idóneos para estas operaciones. Ni mucho menos, ya que requieren de movimientos mucho más ágiles y hasta que exigen del cumplimiento de unos vencimientos. Como en la caso concreto de warrants, ventas a crédito o contratos por diferencias. Bajo ningún aspecto deberás invertir en ellos, si tu punto de mira va destinado al largo plazo.

Además, exige que cuentes con un respaldo económico muy importante. Suficiente como para que no necesites de rescates puntuales. Algo muy habitual entre los ahorradores de mayor edad. Por el contrario, los más jóvenes no suelen decantarse por estos productos para la inversión. No coinciden en la preferencia de los plazos. Y a veces tampoco en su mecánica en la inversión. Su metas van otro lado muy diferente. Siempre apartados de los plazos de permanencia muy dilatados. No van con su propia filosofía del dinero.

A través de todas estas explicaciones ya tendrás un poco más claro en que modelos de ahorro debes invertir tu dinero. A partir del plazo de permanencia que mejor se adapte a tu perfil. Será una forma muy original de ir descartando propuestas de inversión. Para quedarte definitivamente con las que mejor se adapten a tus necesidades. Ni más ni menos. Es una forma muy útil para gestionar tu patrimonio a partir de estos momentos. En función de los espacios de tiempo que tengas disponibles.

Como podrás suponer, también ocurre lo mismo con los productos bancarios. Depósitos a plazo, pagarés o bonos corporativos, entre los más importantes. Podrás elegirlos en función de los plazos. Los tienes con una permanencia de un solo meses a periodos más dilatados que pueden alcanzar perfectamente los cinco años. Incluso más en alguna clase de propuestas muy especiales. En este sentido, la flexibilidad es también total para acomodarse a tus necesidades en tus relaciones con el mundo del dinero. Propuestas, desde luego, no te van a faltar en ninguno de los casos. Y en todas las situaciones y escenarios económicos. Solamente faltará tu verdadero deseo para invertir a través de las aportaciones que tengas acumuladas en tu cuenta corriente a partir de ese preciso momento.


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  1.   Albert Fumanya de Enginearning.com dijo

    Al final lo que da una ventaja a un inversor es mantener una estrategia clara, y solo modificarla en caso de que tus objetivos o circunstancias personales sean muy distintos. Cualquier otro cambio de estrategia y plazos por motivos de rendimientos o por impaciencia, genera habitualmente pobres resultados.
    Un saludo!